Querida Maggie:
Te escribo esta carta después de un duro y alborotado día de trabajo en esta bonita ciudad, Manchester.
Por aquí hay numerosas y grandes industrias. Las hay textiles, siderúrgicas,… Podía haber encontrado trabajo en cualquiera de ellas, pero me decidí por la industria siderúrgica no sabia con que me iba a encontrar pero me llamo la atención.
¡Ah! Por cierto perdón por no haber contestado antes a tus cartas, pero es que no he podido. Aquí en la ciudad la vida es muy dura, trabajamos todo el día y sin parar. Por si fuera poco estamos controlados por un capataz, que en su momento fue un obrero más.
En la industria hay muchos compañeros en mi situación, y no solo somos hombres también hay mujeres y niños trabajando por un salario miserable. Ellos al igual que yo han venido a la ciudad en busca de trabajo.
En la ciudad todo es desarrollo y tecnología, te sorprenderían muchas de las cosas que hay aquí.
Hoy en el descanso han probado una extraña máquina conmigo, pero la verdad no parecía muy eficaz. La máquina hacía el intento de darme de comer de tal modo que yo no dejara de trabajar. Al principio todo iba de maravilla pero de pronto se puso en mi contra y me atacaba.
Debido a la desastrosa presentación del producto, el vendedor no consiguió sacarle nada al dueño de la fábrica por todo lo ocurrido en la demostración.
Te parecerá muy extraño que hable de las máquinas de una forma tan cercana pero aquí, en la ciudad, se ha producido lo que los obreros conocemos como maquinismo, que tan solo quiere decir que se ha introducido de forma masiva maquinaria que sustituye la mano obrera y ha reducido el trabajo manual.
Como te he comentado todo son cosas nuevas, una de ellas es la máquina de vapor, la verdad no sé muy bien que es ni siquiera la he visto, pero dicen que ha sido una gran innovación, algunos comentan que la mejor de todos los tiempos pues dicen que hace posible el mejoramiento del trabajo del metal con el uso del carbón mineral en vez del vegetal.
Como ya sabes somos muchos los que hemos venido a esta gran ciudad de Inglaterra en busca de una mejor vida para nosotros y por supuesto para los nuestros. La verdad hemos dado un gran cambio del campo a la ciudad, este traslado se conoce como éxodo rural.
Te parecerá gracioso pero aquí a los trabajadores del campo se nos conoce con un nombre mucho más sofisticado, somos conocidos como jornaleros del campo.
Ay Maggie no he parado de hablar de la ciudad y de cómo es mi vida aquí, pero son tantas las ganas de contarte como me va con mi nueva vida sin ti y ese bonito paisaje que nos rodeaba, que no puedo parar…
Son tantos los recuerdos que ahora me vienen a la cabeza…esas largas charlas que teníamos al irnos a dormir, las grandes discusiones por limpiar la casa, tus comidas. Ahora es cuando de verdad he aprendido a valorar lo bien que cocinas, quizás no sea tanto el tiempo que tendré que esperar para comer uno de esos ricos platos…
Además te cuento que la industria en la que trabajo no siempre ha sido tan poderosa, me han contado que antes tan solo era un pequeño taller familiar.
Ahora los dueños de la industria son muy respetados y tienen una alta posición social, nada más y nada menos que burgueses, incluso poseen automóviles en vez de carretas tiradas por caballos, como vez no todos somos iguales como en el campo.
El lugar en el que vivo es un espacio muy reducido, somos varios los que dormimos en la misma habitación, pero la verdad lo llevamos muy bien, están surgiendo amistades y esto hace que todo sea más fácil, supongo que es lo que pasa cuando te alejas de la gente a la que quieres…Ay Maggie como te extraño, no sabes cuanta falta me haces en estos momentos, es muy duro empezar de cero pero solo el pensar que todo esto es por una vida mejor me da fuerzas para continuar.
La gente en la ciudad es muy diferente, venimos de distintos lugares con distintas costumbres y culturas…En el pueblo todos somos iguales, incluso muchos pertenecemos a la misma familia, en cambio aquí podría vivir toda la vida que nunca llegaría a conocer a todas las personas.
No tenemos grandes lujos como es la electricidad y las condiciones de higiene son muy malas, ya que somos muchos y todos tenemos una larga jornada laboral.
Trabajamos de una forma muy organizada lo que aquí llamamos taylorismo o cadena de montaje, cada uno tiene asignado una tarea y a mi me ha tocado la de apretar tornillos. Hoy después de tantos días con el mismo trabajo contiguo me ha dado un ataque de estrés, incluso he apretado narices en vez de tornillos.
También apreté los botones de la falda de una mujer que andaba por allí. Luego pasé por donde está toda la maquinaria y toque todos los botones que quise y moví las palancas a mi antojo, en fin terminé creando el caos y finalmente llegó la policía y me detuvieron.
Sí Maggie, estoy en la cárcel pero no te asustes mi compañero, Peter que por cierto es de Liverpool, que ya lleva mas tiempo que yo en la ciudad me ha dicho que tenemos un sindicato de obreros que al parecer son personas que luchan por nuestros derechos, a través de la huelga prohibida.
Peter dice que está será la etapa de le revolución y que no solo se quedará en la ciudad sino que llegará a producirse una revolución agrícola.
Bueno Maggie solo espero que me contestes pronto y me cuentes como van las cosas por el campo.
Un saludo para todos.
Con mucho cariño, te quiere, Charlot Chaplin.
1 comentario:
Hola, Paula.
El contenido de la carta está bastante bien. En términos generales, tocas todos los temas y bien. Lo que no haces bien, como la mayoría de tus compañeros, es aprovechar las posibilidades de la corrección de los borradores para mejorar la primera carta de modo tal que es lo mismo lo que entregas de borrador que de carta. Ese error no debes cometerlo en próximos trabajos. Confío en ello. Valoro también la edición del blog. Con vistas a próximos post, ten en cuenta que se pueden publicar fotografías, incluso vídeos... Poco a poco te irás familiarizando con el entorno de edición.
Ánimo,
Luis, el profesor
Nota de evaluación de la tarea: 1,75 + 3.5 + 1,75 = 7
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